Corren hacia la gran muralla que se alzaba por encima del cada vez más denso follaje del bosque. Casi los ven. Varios guardas con armas de fuego de alto calibre custodian las entradas. Los cuatro se esconden detrás de los árboles, esperando que nadie los haya notado al llegar. Su misión: entrar lo más sigiloso posible, buscar a James y sacarlo de ese lugar. El problema ahora es, ¿cómo lograrán siquiera entrar? Desde donde están, apenas logran ver una pequeña parte del interior cada vez que se abre una puerta. No hay manera de entrar sin ser vistos, y detectan la energía de muchas personas como para utilizar el poder de ilusión de Sasuke y Saidor. Pero hay que hacerlo.
Alguien
está cerca.
Los cuatro voltean rápidamente, preparados para
pelear, pero se encuentran con solo un hombre. No muy alto, un casco de colores
con máscara y una larga capa de color café.
Tierra: Wow, wow, tranquilos. *alza las manos* Vengo
en son de paz.
Smoke: ¿Quién eres?
Tierra: No hay mucho tiempo- soy Tierra, Hartnes de la
aldea de los Arcenial, Arnerys.
Shion: ¿Arcenial?
Tierra: Hector y Sedrik me dijeron que vienen a
rescatar a su amigo *mira a Shion* hum… tú haz de ser su pareja.
Shion: ¿Eh?
Tierra: Siento una energía diferente en ti… pero,
bueno, ahora no es momento para hablar de eso. (Chicos, vamos a tener que hacer
una entrada de emergencia)
Shion: ¿Sabes cómo entrar?
Tierra: Lo hago todo el tiempo. *junta sus manos* En
estos momentos, mis compañeros vienen en camino… será difícil…
Sasuke: Nosotros… utilizaremos ilusión para evitar que
nos vean.
Tierra: Es buena idea. Pero cada puerta está
fuertemente reforzada y protegida con Diamantes Leria. Evitan la teletransportación
a los cuartos.
Shion: (Rayos…)
Tierra: Habrá que hacer ruido sí o sí… así que, les
crearemos una distracción.
Tan pronto
dice eso, detrás de él aparecen cuatro personas más, con el mismo casco y
capas, cada uno de un color diferente, al igual que la gema en el centro de sus
cascos.
Tierra: Agua, Fuego, Hielo, Viento. Hoy estamos a sus
servicios… y al de nuestros Arcenial.
Saidor: (Interesante… cada uno con nombre de un
elemento) Vamos.
Tierra
voltea a ver hacia sus compañeros y asiente, ellos asienten de vuelta.
Tierra: Primero *junta las manos* necesitarán una
imagen que los distraiga.
Smoke: ¿Hum?
Comienza a
susurrar unas palabras, mientras que sus manos se mueven; primero una hacia
arriba y otra hacia abajo, luego en un gran círculo hasta terminar juntas otra
vez. Extiende los brazos. Guarda silencio.
Tierra: Listo… para ellos, serán otros Arcenial más,
en caso de que los vean.
Shion: (Un… hechicero también…)
Tierra: Ahora sí. Vamos.
Todos
asienten. Corren ahora en dirección al gran muro, hacia la puerta cerrada. Los
guardas los ven y preparan sus armas, pero cada Hartnes se encarga de
deshacerse de ellos, evitando así que puedan llamar refuerzos, ganando
suficiente tiempo. Los cuatro hermanos se acercan a la puerta, y los Hartnes
los acompañan.
Tierra: Desde aquí sí se pueden transportar hacia
adentro, pero luego ya no podrán para ninguna habitación, todas estás protegidas
con los Diamantes Leria. Nosotros distraeremos a los soldados.
Sasuke: Podemos escabullirnos ilusionando a los
guardias para que no nos vean a nosotros.
Tierra: Bien. Tengan mucho cuidado. *le coloca la mano
derecha en el hombro* Mucho cuidado. *haciendo énfasis en “mucho”*
Sasuke: *asiente*
Todos
desaparecen.
Adentro de
un largo pasillo metálico y oscuro, repleto de camiones y soldados. Algunos ven
a los Hartnes, y dan la voz de alerta a sus compañeros. Una batalla entre estos
cinco Arcenial y los soldados comienza, teniendo como ventaja su habilidad de
teletransportación para evitar ser alcanzados por las balas.
Mientras
tanto, los cuatro hermanos, escondidos de los soldados, corren por el pasillo
hasta llegar a otra gran puerta, la cual se encontraba abierta. Saidor y Sasuke
se concentran; no podían dejar a ningún soldado por fuera. Finalmente, entran y
corren intentando rastrear la energía de James.
El lugar
era enorme. Muy luminoso, repleto de pasillo y puertas por todos lados.
Personas con batas blancas caminando de un lado a otro. Otros, llevando atados
a personas parecidas a los amigos de James, y a aquellos que se hacen llamar
Hartnes. Los cuatro miraban de reojo solamente, pero veían suficiente. ¿Qué era
ese lugar? ¿Qué hacían exactamente con ellos? Pensar en qué le estarían
haciendo a James ponía aún más ansioso a Shion. Es crucial encontrarlo.
Escuchan
ruidos detrás de ellos. Se detienen por un momento y voltean a ver; personas
corriendo, tanto los que llevan bata como otros con apariencia Arcenial. Niños,
adultos, ancianos. Mucha destrucción al paso de los Hartnes.
No hay tiempo que perder, James está cerca.
Después de
mucho correr, finalmente llegan a una puerta de metal, no pequeña, pero tampoco
demasiado grande. No hay manera de transportarse adentro, no pueden. Solo se
puede derribar. Smoke y Shion se preparan.
Alguien aparece frente a ellos. Retroceden por la
sorpresa.
Tierra: Esperen. *aun mirándolos, pone su mano
izquierda en la puerta* Es muy gruesa… el material es resistente. *se voltea
mirando la puerta*
Smoke: (¿Qué hace?)
Saidor: (Solo está James adentro, está bien…)
Tierra, aún
con la mano en la puerta, cierra los ojos y baja la cabeza. Respira profundo.
Alza su puño derecho. Inhala. Exhala. Da un solo golpe a la puerta, y esta sale
volando. Solo lo suficiente para que no llegara a golpear a James.
Ahí está.
Al fondo de
una habitación completamente congelada. Sentado en el suelo, con las rodillas
alzadas y la mirada hacia abajo. Temblaba.
Shion: James. *corre hacia él* James *se arrodilla
frente a él y coloca las manos en sus hombros* (tch- muy frío…)
Tierra: Todos entren.
Los otros
tres hermanos voltean a verlo. No dice nada más, tan solo entra, y ellos igual.
Voltea a ver a la puerta. Alza las manos, y un trozo del suelo se levanta,
cerrando el agujero que había dejado la puerta. El frío era casi insoportable.
Shion: James… Vamos, debemos irnos… *mira hacia abajo
y nota una gema en las manos de James* qué… ¿Qué es eso?... *sacude la cabeza*
vamos, vamos, hay que salir de aquí.
James
lentamente alza la mirada; sus ojos celestes, muy claros, y en sus mejillas se
notaban pequeñas marcas, como si fueran rasguños. Sus lágrimas se congelaban
casi al instante en que salían de sus ojos, y se deslizaban por su rostro,
cortándolo.
No hay
tiempo. En cualquier momento los soldados llegarían.
Shion se
coloca a un lado de James y toma su brazo, para ponerlo alrededor de su cuello
y ayudarlo a levantarse. Ya de pie, James lo abraza con fuerza. Llora. Sus
lágrimas siguen congelándose, dejando marcas en las mejillas de James a su
paso.
Shion: … James… vamos… debemos irnos de aquí. *lo
suelta*
Tierra: Ya están aquí…
Smoke: (Maldición. Excelente) *invoca su oz*
Tierra: Quédense cerca. Haré lo mismo con esa puerta para alejar a los soldados. Necesitamos salir de aquí. (Ya no aguanto este frío… agh, necesitaré a Fuego un rato luego de esto.)
Los cuatro
hermanos y James se concentran detrás de Tierra, esperando a que éste hiciera
su movimiento. Alza su puño derecho y lo lleva hacia atrás para prepararse.
Golpea, y el metal sale volando hacia al frente. Algunas voces se escuchan
quejarse al otro lado.
Tierra: ¡Ahora!
Corren.
Shion toma el brazo de James para llevarlo consigo, pero al hacerlo, la gema se
le cae poco antes de salir de la habitación.
James: No ¡no! *se suelta de la mano de Shion, y corre
de vuelta a buscar la gema. Se agacha y la toma en sus manos*
Click.
Se
paraliza. Ese sonido. Es inconfundible.
Alza la
mirada. Un arma apunta a su frente, a muy escasos centímetros de distancia. Ahí
está él, apuntándole otra vez. Con la misma pistola conque disparó a sus
padres. Lo sabía. La veía. No podía moverse, el miedo lo paralizó por completo.
Los demás solo observaban. El más mínimo movimiento alertaría al hombre y
dispararía.
Pero ¿cómo
llegó ahí? ¿Tan rápido?
Una puerta
dentro de la habitación.
¿?: Enserio que das problemas, niño.
Shion: (Maldición- James…) *mira al hombre*
¿?: Me sorprendes. *quita el seguro del arma y apunta
a la gema*
James: ¡No! *se encoge, cubriéndola con su cuerpo*
¿?: *sonríe levemente*
James: Por favor… por favor…
Saidor: (Tenemos que hacer algo, se acercan más
soldados.)
Shion: (Pero si nos movemos él disparará.)
De repente,
el arma sale volando para un lado. Sin preguntar, aprovechan el momento. Tierra
aparece detrás del hombre antes de que este pudiera darse la vuelta, y con su
gran mazo le da un fuerte golpe en la cabeza, matándolo. Shion se acerca
rápidamente a James y lo ayuda a levantarse; él no se había movido en esos
segundos que acabaron de pasar. Todos se reúnen.
Los soldados llegaron y les apuntan con sus armas,
pero desaparecen antes de que pudieran hacer cualquier cosa.
Fuera del
laboratorio, en una parte del bosque cercana a la aldea, los seis aparecen.
James es libre, pero él aún no responde.
Hace frío, mucho frío.
Shion: James… ya estás bien, estás a salvo.
James: *lo mira, sin decir nada*
Shion: … James…
-¡James!
Escuchan
dos voces a lo lejos. Todos, menos él, voltean a ver hacia el lugar de donde
vinieron las voces. Sedrik y Hector corrían hacia ellos, y al llegar, abrazan a
James con fuerza. Él no responde. Shion tan solo de aleja ligeramente.
Hector: *lo suelta* James…
Sedrik: … ¿Estás bien?...
Tierra: (Se veía… realmente aterrado cuando ese hombre
le apuntó… demasiado…) deberían llevarlo a un lugar seguro para que descanse…
tuvo que haber tenido un día muy difícil.
Hector: Sí… (¿qué le habrán hecho? ...) *baja
ligeramente la mirada, notando la gema en las manos de James* (oh… no…) James…
*vuelve a mirarlo, preocupado*
Sedrik: (¿Es…?)
Hector: (Sí…)
Sedrik: (Oh rayos…)
Shion: (Hm…) Vamos…
Tierra: Ya mis compañeros salieron. Debieron haber dejado
mucho daño, tardarán un poco en recuperar el ejército.
Saidor: Está bien… *mira a Tierra* gracias.
Tierra: No hay de qué.
Saidor: *mira a sus hermanos* Vamos.
Ellos
asienten. Hector y Sedrik se miran entre sí. Todos, excepto el Hartnes, desaparecen
del lugar. El lugar más cercano es la casa que Shion y James alquilaron. Es lo
mejor por el momento.
Al llegar,
Sedrik ayuda a James a sentarse en el sofá de la sala y se sienta a su lado
izquierdo. Hector a su lado derecho, mirándolo. Los demás, los cuatro hermanos,
se acomodan en el sofá de enfrente. Todos en silencio. Muy silencioso.
Shion: James…
Él solo se
mantiene en completo silencio, mirando la gema rota en sus manos. De su boca no
sale absolutamente ninguna palabra. Y eso preocupa mucho a su amigo Hector.
Sabe muy bien lo que ha de estar sintiendo. Tener esa gema no le está haciendo
nada bien. Si pudiera…
Hector: James… James, eso no te hace bien… *se acerca*
Todos lo
miran.
Hector: Deberías descansar. *acerca su mano a las de
su amigo* Es mejor que duermas un poco… *cuidadosamente le quita la gema de las
manos* anda-
James: Dámelo…
Hector: James, no es bueno para ti-
James: Dámelo.
Hector: Por favor, debes ir a descansar *aleja su mano
con la gema*
James: Hector… dámelo… *sus manos comienzan a temblar*
Hector: James, tenerlo no te está haciendo bien.
Créeme, lo sé-
James: Hector *voltea a verlo* ¡DÁMELO!
Se
paraliza. Sus ojos se abren como platos, más al ver los de James de un color
totalmente diferente. De repente hace frío. Mucho frío. Jamás lo había visto
así. No conocía a su amigo en ese estado.
Lentamente devuelve su mano, y James le arrebata la
gema. Se levanta, y con un poco de dificultad camina. Se desploma en el suelo,
y el frío se va.
Shion: ¡- ¡James! *se acerca a él y se arrodilla a su
lado* James- (rayos) James… *intenta levantarlo*
Saidor se
levanta a ayuda a su hermano, y juntos llevan al James inconsciente a su
habitación. La gema cayó en el suelo, y Hector la mira. Con miedo. Unos
segundos después, se levanta y se acerca para recogerla. La mira muy
atentamente; no hay nada que pueda hacer para recuperarla. No puede repararla.
Cuando
Shion y Saidor regresan, vuelven a acomodarse, y Hector se sienta nuevamente,
con la mirada gacha.
Saidor: ¿Qué… fue eso?...
Hector: Esta… *respira profundo, luchando por no llorar* era la gema de su madre…
Shion: … (oh…)
Hector: Aún se siente que es de ella…
Saidor: ¿Los… padres de James?
Sedrik: Él los vio morir…
Hector: Esta marca *acaricia el borde del agujero en
la gema* es de la bala… *se corta ligeramente el dedo* tch… *aparta su mano*
Shion: (Oh… James…)
Saidor: (Por eso se puso así… hmm)
Smoke: ¿Por qué de repente hizo tanto frío?
Hector: *se seca unas cuantas lágrimas con la otra
mano* Es un Descendiente…
Sasuke: ¿Descendiente?
Sedrik: Híbrido Arcenial. Nos mostró su marca cuando
estuvimos en su palacio, él controla el hielo… aunque parece que en realidad no
lo controla bien.
Shion: Hm… hace un tiempo, vi que sus ojos cambiaron
de color, y hacía frío.
Sedrik: Eso es lo raro… que sus ojos cambien de
color...
Saidor: ¿No ha pasado antes en su raza?
Hector: No… nosotros somos Descendientes también, y no
nos ha pasado.
Shion: Hm…
Saidor: Y… hm… ¿sabe por qué se lo llevaron a ese
lugar?
Hector: … el… *respira hondo* el laboratorio…
Sedrik: Más o menos sabemos… cuando James escapó de la
ciudad con Emily, lo estaban persiguiendo. James nos contó que lo han estado
persiguiendo desde hace rato.
Shion: Sí… ese Darkale.
Hector: Hum…
Sedrik: En el laboratorio ellos- (rayos…) *mira a otro
lado* ellos… *sus manos comenzaban a temblar* hacen… muchas cosas…
Hector: *mira a otro lado*
Sedrik: Experimentos…
Sedrik se
abraza a sí mismo. Los cuatro hermanos se miran entre sí. Pueden notar que a
Sedrik y Hector no les gusta hablar de ese tema.
Hector parpadea varias veces, intentando ahuyentar las
lágrimas que amenazaban con salir. El pecho se le aprieta, la respiración se
acelera. La mente se vuelve un caos total para ambos hermanos. Hector se
levanta y camina al baño, y allí se encierra. Solo logra recostarse de la
puerta y cubrirse la boca. No aguanta el llanto.
Sedrik: Ese lugar es... es horrible... qué... ¿qué le hicieron a James?
Sasuke: Estaba encerrado en un cuarto de metal, todo
estaba congelado… quizás por su propio poder.
Sedrik: *lo mira*
Sasuke: Es todo lo que pudimos ver.
Sedrik: Hum...
Shion: Ellos seguirán intentando atraparlo,
¿verdad?...
Sedrik: Sí… probablemente sí.
Shion: Pero, ¿cómo supieron que estaba aquí?
Sedrik: Darkale… él los guía, pero… no sé si tengan a
más Arcenial de su lado…
Shion: ¿Más?...
Sedrik: No sé, solo… estoy divagando, perdón. *mira a
otro lado* … también saben que Hector y yo estamos aquí… Darkale nos vio… y también
buscan a James… maldición…
Apoya los
codos en sus piernas, y sujeta su cabeza con mas manos. Los cuatro hermanos
vuelven a mirarse entre sí. No saben qué decir, la situación es realmente
complicada, y podría incluso llegar hasta Celeradise, siendo que ellos
comenzaron a vivir en el palacio. ¿Qué hacer?
Sedrik: Permiso. *se levanta y camina al baño*
(Hector)
Saidor: (Esto es malo.)
Sasuke: (No podemos dejar que lleguen a Celeradise si
los están siguiendo… pero tampoco podemos echarlos así por así…)
Sedrik: Hector *abre la puerta del baño, y encuentra a
su hermano en el suelo, arañándose los brazos* Hector *apurado, se acerca a él
y le toma las manos para detenerlo* tranquilo, tranquilo *lo abraza* tranquilo…
Hector: … per-dón… lo siento…
Sedrik: No, no te disculpes… yo tampoco quería
recordarlo…
Hector
solloza, y lo abraza. Tiembla mucho. Recordar un evento tan traumático. Uno de
los tantos. O todos de muchos. Recordar el encierro. Ese lugar, tan cerrado,
tan oscuro. Y pensar que James estuvo allá.
Congelado. Todo estaba congelado. Con la gema rota de
su fallecida madre en manos. ¿Cómo pueden ser tan crueles? ¿Qué les harían a
ellos si los encontraran?
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Abro los
ojos lentamente. ¿Qué… es este lugar?...
Lentamente
me siento. Ya no hay dolor en mi pecho. La espada. Me llevo la mano al pecho, y
no hay nada. Miro alrededor; estoy en un cuarto muy extraño, muy brillante…
James: Tch… *me llevo una mano a la cabeza* maldición…
¿dónde rayos estoy?... *me levanto. La cama era cómoda, muy suave* ¿Padiel?...
*miro alrededor* (¿estará bien?...)
La puerta
se abre. Un chico de pelaje anaranjado entra.
Shion: James… ¿estás bien? *se acerca*
James: *doy un paso atrás* ¿James?... ¡- James *miro
la cama. Está vacía*
Shion: … James, ¿estás bien?
James: *volteo a verlo* Tú… ¿quién eres?
Shion: … ¿qué?... James, ¿qué sucede?
James: Ese es el nombre de mi hijo. ¿Dónde está?
Shion: ¿Hijo?... ¿Qué?
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