Ya bajo la oscuridad de la noche, entre los árboles, donde las lámparas de fuego de la aldea ya no alcanzan a iluminar, una figura desconocida camina por el bosque, sin saber realmente cuál es el camino que tiene que seguir. Sin ningún dispositivo que pueda ayudarle a moverse por el bosque, para así poder evitar que puedan detectar su ubicación, con suerte logra cruzar la mitad del bosque sin desviarse demasiado. Desde la parte más alta del muro se veía algo más cercano, en realidad. Pero ya no había manera de arrepentirse y echarse para atrás, especialmente porque ya no sabía cómo iba a regresar.
Sigue caminando, tropezándose con todas las raíces que se encontraba;
claro, como tampoco podía ver bien, y el follaje era bastante denso, no había
manera de evitarlo; hasta que logra ver una tenue luz no muy lejos. Se veía claridad, una luz amarilla, pero no parecía ser algo artificial, o al menos no
se veía como la luz de la lámpara de su habitación. Sigue caminando en aquella
dirección, sin darse cuenta de que, no muy lejos, un hombre alto y fornido ya
había notado su presencia. No por haber detectado su energía, lo cual le
parecía extraño, sino que era el momento justo en el que le tocaba patrullar las
afueras de la aldea.
Se acerca a aquella figura sin decir palabra, y al escuchar esos pesados
pasos, se sobresalta y voltea a ver a quién se acercaba.
La leve iluminación que llegaba de la lámpara más cercana apenas le daba
la visibilidad suficiente para notar que era un hombre. No podía ver su rostro
casi, pero podía intuir que su expresión no denotaba mucha amabilidad, ni mucho
menos gratitud por ver a una persona extraña entrar en las tierras de su raza.
Los Arcenial.
–¿Qué quieres aquí?
¿?: (Maldición-) yo- (tranquila. Has lidiado con personas horribles…)
soy…
–De Denava.
¿?: Ah… sí.
Su voz era demasiado suave
como para venir de ese hombre tan alto y de apariencia tosca. Y de alguna
manera, eso le brindó una sensación de seguridad. Pero tampoco pretendía bajar
la guardia, por más amigable que suene.
–¿Qué pretendes hacer aquí?
¿?: Soy la hija del gobernador.
Con esa confesión, la expresión de aquel hombre se tornó más seria.
¿?: Y… *aclara su garganta* traigo una propuesta.
–¿Qué clase de propuesta? *incluso su voz se escuchaba más seria que
hace unos segundos*
¿?: Una para acabar con las amenazas de mi padre y que los deje en paz.
–¿Cómo? *frunce el ceño en confusión por lo que esa chica acaba de decir*
(Agua, tenemos una intrusa… interesante.)
¿?: Y ni siquiera intentes asesinarme.
–No, para nada. Ya suficiente tenemos con lidiar con Denava irrumpiendo en
la paz de nuestra aldea. Matarte solo crearía más conflicto del que ya tenemos.
¿?: Hum… entonce-
Se ve interrumpida con la
aparición de una nueva Arcenial. Más baja, delgada, pero de todos modos con
brazos musculosos, y un cabello tan largo y ondulado que parecía fluir como
agua hacia el suelo.
Irónicamente.
-Agua. Ella dice ser la hija del gobernador de Denava.
Agua: Hum.
¿?: Lo soy.
Agua: No puedo detectar tu energía.
¿?: Esto *introduce su mano en el cuello de la capa que cubría su
cuerpo, sacando un collar, con un dije muy particular.
Agua: (Tierra-)
Tierra: Un diamante.
¿?: Sí… de Leria. Así llegué hasta aquí sin que me detectaran… ni de
aquí, ni del laboratorio.
Tierra: ¿Por qué de allá?
¿?: Tengo dos escoltas. Arcenial.
Agua: Tch… traidores.
¿?: … sufrieron mucho all-
Agua: Pero ahora trabajan para ellos. Eso los hace unos traidores.
¿?: Hum…
Tierra: Esto es algo que deberíamos hablar con los cinco presentes.
¿?: ¿Cinco?
Agua: Vienes con nosotros. *dice mientras se acerca a ella. Coloca una
mano en su hombro, y un segundo después están en la cueva de los Hartnes*
¿?: ¿Ah-¿ Qué- *mira alrededor* cuándo- tss… *baja la voz mientras se
toca la sien con los dedos* claro. Olvidé que tienen esos… poderes raros- agh…
odio que Darkale lo use…
Agua: *se alejaba de ella, pero al escuchar ese nombre voltea a verla*
¿Conoces a ese tal Darkale?
Tierra: Hm.
¿?: … sí… desgraciadamente conozco a ese asqueroso desquiciado.
Tierra: Hablar de él con tanto desprecio… puede ser actuado.
¿?: Piensen lo que quieran. *sigue escaneando los alrededores con la
mirada* (¿ni siquiera tienen luz eléctrica?... Qué arcaico.)
Es entonces cuando los tres
Arcenial faltantes se presentan ante ella. Uno de ellos mucho más alto que
todos los demás. Otra chica tan pequeña y delgada que parecía demasiado joven
para estar ahí. ¿Realmente son los líderes de los Arcenial?
¿?: Amh-
Fuego: ¿Quién viene a molestar a estas horas? -.-U *restregándose los
ojos*
¿?: Yo-
Viento: Ay, Fuego n.ñ calma, parece una niña, no la asustees.
¿?: Qué- ¿niña?
Viento: ¿Ah?
¿?: Pero tú-
Viento: ¡Ah! Perdona nwnU sé que parezco joven… bueno- sí lo soy. Tengo
41 años.
¿?: Cómo- eso es ser joven.
Viento: ¡Hey! D':<
Tierra: Los Arcenial vivimos más o menos 150 años… bueno deberíamos. Por
eso es bastante joven estar en los 40.
¿?: Hum… claro.
Tierra: Esa es Viento, la más joven y nueva del grupo. Esta es Agua, la
líder. Yo soy Tierra, el mayor de todos. Esos son Hielo y Fuego.
¿?: Sus… ¿nombres son elementos?
Tierra: Cuando un Arcenial recibe la posición de Hartnes, pierde su
nombre para servirle a nuestro pueblo.
¿?: (Eso no lo sabía… prácticamente nada, realmente). ¿Y cómo reciben su
posición? ¿Hacen alguna elección o algo?
Viento: Las estrellas eligen al siguiente Hartnes tras la muerte del
anterior.
¿?: Las… estrellas. Claro. (Parecen cavernícolas -.-U) Ah, espera. ¿Cuando
mueren?... O sea, ¿es su trabajo de por vida?
Agua: Así es. Hasta que muera de viejo, o en batalla… aunque no conozco
de ninguno que haya muerto naturalmente.
¿?: … entiendo. (Padre, ¿qué tantas atrocidades haces?) Entonces… sus
nombres pasan a seer.
Tierra: Nuestros respectivos elementos, naturalmente.
¿?: Vale- en fin. Eso no es a lo que vine.
Ya al notar más seriedad en
su voz, todos los presentes prestan atención en la chica, expectantes de lo que
podría decir, y cuál podría ser la verdadera razón por la que llegó ahí, sola,
y sin ninguna manera de que nadie la llegara a buscar.
¿?: Mi nombre es Lyla. Hija del gobernador de Denava. Y vengo a… (ash) proponerles
un plan para acabar con este conflicto que tienen con mi padre.
Las miradas sobre ellas se
empiezan a sentir más pesadas, y el silencio se vuelve frío como el invierno.
Por supuesto, ninguno de los presentes creía lo que aquella chica decía de
ayudarles a terminar esa guerra eterna con Denava, pero, ¿y si realmente busca
ayudarles? ¿Y si fue enviada como espía para atacarlos por dentro?
Viento: ¿Por qué?
Una pregunta totalmente válida.
Lyla: … ah… yo-
Viento: Has estado toda la vida allá. Supongo que debes saber qué
piensan de nosotros.
Lyla: Sí… (ya no se le escucha tan amigable). Yo-
Fuego: ¿Y qué nos asegura de que no eres una espía de Denava?
Lyla: -n- ¿¡me van a dejar hablar?!
Todos los demás guardan silencio, por unos segundos.
Tierra: Es algo tarde de noche… por favor, baja la voz.
Lyla: Claro, cuando me dejen hablar -.-U
Agua: Eres una extraña que llega a nuestro pueblo desde la ciudad que nos
está cazando. Es suficiente para no confiar en ti.
Lyla: *suspira, ya algo frustrada* sí, sí, claro. ¿Me van a dejar
hablar? Antes de que me arrepienta de venir.
Tierra: Prosigue.
Lyla: Yo… *vuelve a suspirar* realmente, toda la vida ignoraba lo que
les pasaba… a ustedes y a las Lerias. Aparte del odio que mi padre les tiene,
nunca supe mucho más de ustedes. Hasta que me asignaron a mis guardias… bueno,
hasta que, en una ocasión, sin querer vi lo que pasa en el laboratorio. Vi
cómo… terminan ahí. Mis dos guardias estuvieron ahí… y solo aceptaron servirme
para poder salir de ahí. Aunque no sabían que para eso debían dejar que Darkale
los controlara.
Fuego: *frunce el ceño* ¿Cómo?
Lyla: ¿Eh?
Fuego: ¿Cómo los controla?
Lyla: Él… bueno, según lo que me contaron mis guardias… deben hacer
algún tipo de conexión o algo, con alguna parte de su cuerpo, o algo que los
pueda conectar, para que él pueda controlarles la mente.
Fuego: ¿Una conexión?
Lyla: A uno de ellos le arrancó la punta de la cola, y también la de él
mismo… escuché cuando lo hizo.
La sala se vuelve a quedar en
silencio tras esa información. Sacrificar una parte de su cuerpo para controlar
la mente de alguien más.
Fuego: Ese imbécil está desquiciado…
Lyla: Ugh, dímelo a mí. No lo soporto.
Viento: ¿Y tu otro guardia?... ¿Qué le hizo?
Lyla: A ella… hm, le quemó el torso hasta obligarla a crearle unas
piedras… ¿ustedes lo han visto?
Tierra: Sí.
Lyla: Esas piedras también sirven para catalizar su poder. Y, ugh, se lleva
tan bien con mi padre…
Viento: ¿Y tú?
Lyla: … solo hago lo que me diga, mientras estoy frente a él… pero
realmente, nunca me ha tratado como a su hija. *cruza los brazos* ¿Ahora sí me
van a creer?
Agua: No todavía… no del todo.
Lyla: *chasquea la lengua, desviando la mirada a otro lado* Claro.
Agua: Si realmente quieres detener a tu padre… si realmente eres quien
dices ser, y proteger esta aldea, aprende a vivir en ella.
Lyla: ¿Qué? *voltea a mirarla*
Agua: Además de que podremos mantenerte vigilada, por si resultas ser
una espía. O una carnada.
Lyla: ¿Me estás diciendo que tengo que quedarme a vivir aquí?
Agua: Podemos decir que eres nuestra invitada. Aprenderás a vivir como
una Arcenial si quieres proteger a los Arcenial.
Lyla: (… debí haberlo visto venir -.-U)
Fuego: Y después de todo, ¿cómo pretendías ayudarnos a detener al
gobernador?
Lyla: Siendo la carnada.
Fuego: ¿Ah?- oh… ja, claro.
Lyla: Quiero pensar que al menos le importo un poco a mi padre como para
que no mande a atacar si me ve como si estuviera secuestrada por ustedes.
Fuego: Sería interesante ver eso.
Lyla: Dímelo a mí.
Fuego: Es un desalmado, podemos esperar cualquier cosa de él.
Lyla: … lo sé.
Agua: Bueno… en cualquier caso, ya lo dije. Si quieres proteger a esta
aldea y su gente, aprenderás a vivir aquí.
Lyla: No estoy segura de que eso sea factible.
Agua: ¿Razón?
Lyla: Apenas se dé cuenta de que no estoy, mandará a mis guardias por
mí.
Agua: ¿Entonces qué sugieres?
Lyla: No me quedaré aquí por
mucho tiempo… conozco su horario, y de vez en cuando… muy de vez en cuando contacta
conmigo para saber qué estoy haciendo…
Fuego: ¿Entonces te regresarías antes de que él se aparezca a preguntar
por ti?
Lyla: Exacto.
Tierra: Eso suena arriesgado.
Lyla: Lo sé… él ahora mismo está en una gira por la ciudad, le tomará
unos tres días.
Agua: (No hay manera de que esté haciendo esto por la aldea.)
Fuego: (Definitivamente no le creo una sola palabra. Algo deben estar
tramando.)
Agua: Bien. (Eso es lo que vamos a averiguar.) Entonces te quedarás aquí
durante esos tres días.
Lyla: Supongo…
Tierra: ¿Y tus guardias? ¿No te estarán buscando?
Lyla: Ah, esos dos, les dije que no me buscaran.
Tierra: ¿Y confías en que te harán caso?
Lyla: Ugh… si Darkale si da cuenta… y capaz sí se da cuenta, o no sé…
ese idiota es muy impredecible.
Fuego: Entonces no tienes un plan muy sólido.
Lyla: Oye, hago lo que puedo -.- es la primera vez que trato de hacer
algo por mi cuenta.
Fuego: Debiste haber tenido bastante tiempo para pensar en este plan,
¿no? Si pasaste toda tu vida encerrada.
Viento: Mañana mismo le podemos mostrar la aldea. Yo la vigilo nwn
Fuego: Sí, claro.
Viento: Y solo para estar seguros y no comprometer la aldea… irás de
regreso en dos días. O hasta donde aguantes… debe ser un estilo de vida
totalmente diferente, ¿no?
Lyla: Supongo…
Viento: Bien nwn/
Agua: Muy bien. Encárgate de ella mañana.
Lyla: (Claro, como si fuera una niña -.-U)
Viento: Ven conmigo n.n *hace una seña con la mano para que la chica le
siguiera, mientras se da la vuelta para regresar a su habitación*
Fuego: Bueno, yo regreso al sueño que me interrumpieron.
Lyla: *al acercarse a Viento, recibe la mirada de Fuego, de la cual se
da cuenta* (Claro que se iban a desconfiar… ugh, espero no arrepentirme de
esto.)
Tierra: (¿Y bien?)
Agua: (La tendremos vigilada mientras esté aquí. Aunque no sería
prudente matarla si intenta algo, eso podría empeorar la situación. En caso de
que sí sea la hija del gobernador de Denava.)
Hielo: Yo me encargo de eso.
Ambos lo miran.
Agua: Bien. Confío en eso… bien, nos vemos mañana, entonces.
Tierra: Hasta mañana, chicos.
Tanto Agua como Hielo se dirigen a sus respectivas habitaciones,
mientras Tierra va al cuarto de Fuego, donde este último lo esperaba aún
despierto, acostado en su cama.
Tierra: Me tardé un poco más de lo que esperaba… *se
sienta a su lado en la cama*
Fuego: Sí, trayendo a una invitada inesperada.
Tierra: *suspira* créeme que tampoco me agrada la idea
de tenerla aquí. Pero Viento estará con ella, podrá controlarla en caso de que
intente algo.
Fuego: Bien… ahora ven dormir *le toma la mano*
Tierra: Je, vooy, voy.
~~~~
Viento: *al llegar a su habitación, la cual tenía una
gran ventana por la cual entraba una brisa fría, se sienta en el borde de su
pequeña cama* Ven aquí n.n
Lyla: *entra, aún con los brazos cruzados, analizando
el cuarto con la mirada*
Viento: Si buscas un lugar por dónde escapar, recuerda
que estamos unos pisos más arriba.
Lyla: No estoy buscando por dónde escapar.
Viento: Je, solo decía… y disculpa a mis compañeros.
Supongo que entiendes que tenemos razones para no confiar en ti.
Lyla: Ajá.
Viento: Ven, ven, siéntate nwn *palpa el suave colchón
a su lado*
Lyla: … *se acerca a la cama, para sentarse aún con
los brazos cruzados* (es… mucho más cómodo de lo que imaginaba.)
Viento: Imagino que debes saber cómo nos presentan a
nosotros allá, ¿no?
Lyla: Hm… demonios, agresivos.
Viento: Aaah… entonces Fuego no debió haberte dado la
mejor primera impresión XDU aunque siempre es así, es de mecha corta.
Lyla: Pude verlo.
Viento: Todos aquí hemos pasado por mucho, así que… tratamos
de ser comprensivos con todos… tengo curiosidad, ¿cómo creen allá que empezó el
conflicto?
Lyla: Bueno… los libros dicen que un Arcenial de fuego
atacó a un Hinum sin previo aviso, y que los presentes comenzaron la lucha.
Viento: Hm… claro que nos iban a hacer ver como los
malos… aunque estamos buscando una manera de averiguar lo que realmente pasó,
la mayoría de los libros de nuestra historia se quemaron en la guerra.
Lyla: Espera- *la mira, con los ojos más abiertos que
antes* ¿averiguarlo? ¿Cómo?
Viento: Aah… no estoy segura si debiera decirte eso. Ya
sabes, podrías llevar esa información a Denava…
Lyla: … ugh, sí, claro *rueda los ojos* no confían en
mí.
Viento: Entiende.
Lyla: Sí, sí, como sea.
Viento: … bueno, ustedes conviven con las Lerias y
nosotros, no creo que la magia sea algo desconocido para ustedes.
Lyla: Hum…
Viento: Pero bueno… duerme aquí.
Lyla: ¿Contigo?
Viento: ¿Cuántos años tienes?
Lyla: … ¿para?
Viento: Saber si sería permitido o no tocarte u3u
Lyla: o.ó que-
Viento: Jaja, era broma XD no te haría nada, no tengo
ningún interés en eso. Solo debo estar vigilándote, pero puedo dejarte dormir
sola e ir a dormir afuera.
Lyla: … claro.
Viento: Y que te quede claro… no vamos a matarte si
intentas algo, eso solo empeoraría las cosas con Denava… pero *alza levemente
una mano, con la palma abierta* sí buscaría una forma de detenerte *cierra el
puño*
Lyla: *de repente, el aire se sale de sus pulmones*
¿!- *e intenta inhalar, pero no hay manera de poder respirar* (que-) *abre la
boca para intentar hablar, pero sin aire la voz no puede salir de su garganta*
(esto-) *se lleva una mano al pecho, y mira a Viento con enojo, frustración y
casi desesperación en el rostro*
Viento: *vuelve a abrir la mano*
Lyla: Ah- *toma la bocanada de aire más grande que
puede apenas recupera la capacidad de respirar, mirando al suelo* (maldición-)
Viento: Solo debo hacer lo necesario para proteger a
mi pueblo.
Lyla: (tch… ¿en qué me metí?...)
Viento: Buenas noches, Lyla nwn *se levanta, y camina
tranquila a la ventana, donde se apoya para apreciar la luna que se asomaba
detrás de las nubes* aprenderás a amar este pueblo, o fingirás hacerlo para
regresar a tu hogar y traer contigo a un ejército para intentar acabar con
nosotros *voltea a verla* ya eso es decisión tuya.
Lyla: *la mira, aún intentando recuperar el aliento*
Viento: Descansa nwn *dice antes de saltar por la
ventana y desaparecer*
Lyla: … ¿amar a este pueblo?... Ja, como si supiera si
acaso cómo es sentir amor…
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Hector: *suspirando, se sienta en el suelo al frente
de la hermosa fuente que decora el jardín del palacio, recargando su espalda en
éste* (es un buen lugar… no para mi espalda, pero ya qué le voy a hacer) *abre
su libreta y saca el ya gastado lápiz que ha llevado consigo desde la
secundaria* hmm…
Dibuja
tranquilo lo primero que sus ojos captaran. Los asientos, los árboles, las
flores, algún que otro pajarillo que se posara por allí. Un muchacho que ve
pasar a lo lejos...
Alto, de un cabello azul con mechones verde manzana. El
corte le parecía algo desarreglado… pero no se veía mal. Especialmente por las
gemas que llevaba adheridas a su oreja izquierda y en su cuello, aunque no
llegaba a ver qué tipo de gema eran. Como digno Terrex, las piedras preciosas
siempre fueron su especialidad, aún antes de siquiera enterarse de que siempre
había sido un Arcenial, aún después de haber recuperado aquella horrenda
memoria que le trajo el hecho de ser Arcenial. Simplemente, las gemas siempre
fueron lo suyo, y aquellas que ese muchacho, que se veía mayor que él, le
llamaban la atención aun viéndolas desde lejos.
Es tal su concentración en su libreta, que no llega a
percatarse de la pronta cercanía de aquel chico. Ah, Aurel, esa era su nombre.
Su presencia la sintió tan fuerte que no puede evitar alzar la mirada, un poco
exaltado, y apenado de que fuera él quien estuviera ahora plasmado en su
libreta. Es por eso intenta cubrirla lo más disimulado que puede. Apenas ahora
es que nota el tono rosado en la punta de sus orejas.
Hector: Ah- hola… Aurel. *sonríe levemente*
Aurel: Hola… ¿Hector?
Hector: Je, sí… no… me di cuenta cuando te acercaste.
Aurel: Te veías bastante concentrado… ¿dibujas? *se
agacha a su nivel*
Hector: Ah, sí.
Aurel: ¿Podría ver?
Hector: Aam… *apenado, baja la mirada a su libreta
ahora cerrada*
Aurel: Está bien si no quieres.
Hector: Ah, no, sí, sí, descuida *dice mientras le
entrega su libreta*
Aurel: *sonríe levemente, mientras toma el cuaderno
cuidadosamente* está bien.
Se sienta
frente a él, y abre la libreta con delicadeza, ojeando cada boceto, incluso
sorprendido, y sin querer apenando más a Hector.
Aurel: Vaya… eres muy bueno.
Hector: Gracias…
Aurel: Imagino que has practicado bastante.
Hector: Sí… ya unos años que empecé a dibujar. *con la
mirada agachada, y jugueteando con su lápiz*
Aurel: Je, se nota… *hasta que llega al último boceto
hecho, su expresión cambia, algo confusa*
Hector: (Ah- rayos… ahora pensará que soy raro… o un
acosador… hmm…)
Aurel: Este… ah, ¿soy yo?
Hector: … pues… sí…
Aurel: Oh… y- ¿lo acabaste de hacer? O sea, ¿en este
momentito desde que llegué?
Hector: Pues… sí…
Aurel: … wow… ¿tan rápido?
Hector: *alza la mirada para verlo*
Aurel: En serio eres bueno.
Hector: Ah… *siente sus mejillas calentarse* pues-
gracias… je…
Aurel: No hay de qué n.n
Hector: Je… am… tus… *con un dedo señala su propio
cuello*
Aurel: ¿Hm?... Ah, ¿mis gemas? *se toca la piedra del
cuello*
Hector: ¿De qué tipo son?
Aurel: Ah, es abalon n.n
Hector: Oh, ya veo… son lindas *sonríe levemente*
Aurel: Gracias… je.
Hector: ¿De qué raza eres?... Nunca la había visto.
Aurel: Yo tampoco había visto tu raza antes, je…
Junoseki.
Hector: Vaya… sí, no la había visto ni escuchado
antes… yo soy Arcenial.
Aurel: Nunca había oído hablar de esa.
Hector: Bueno, se entiende… se mantiene oculta.
Aurel: Ya veo…
Hector: Junoseki… ¿y todos llevan gemas?
Aurel: Oh, pues sí.
Hector: ¿Y nacen con las gemas?
Aurel: No realmente. Se hace como una especie de…
¿ritual? Podría decir, en el que el bebé escoge su gema.
Hector: Ooh… suena interesante… conozco otra raza que
también usa gemas, pero ellas sí nacen con las piedras incrustadas.
Aurel: ¿Ellas?
Hector: Ah, sí. Es que son todas mujeres… bueno, las
que son de raza pura. Se llaman Lerias- (ah…)
Aurel: ¿Lerias? Vaya, tampoco había oído hablar de
ellas.
Hector: … sí…
Aurel: ¿Y conoces a alguna?
Hector: Am… sí- bueno, unas pocas. No hay muchas… tengo
una amiga Leria. (Hm… espero que esté bien…) Pero solo nacen en un lugar
específico… *baja la mirada a su libreta* (ella quería ser modelo… ¿pero si lo
consigue y la usan?...)
Aurel: Oh… (interesante…) hm, ¿pasa algo?
Hector: ¿Ah? *vuelve a mirarlo* ah- no, es que… ella
se quedó en la ciudad de donde venimos… y- bueno…
Aurel: ¿La extrañas?
Hector: Sí…
Aurel: Ya veo… entiendo.
Hector: Sí…
Aurel: (Hum…) ¿Y qué hay de tu raza?
Y así
surgió la conversación, por unas cuantas horas, con pequeñas demostraciones de
habilidades, hasta que se dan cuenta de que la hora del almuerzo había llegado,
con una pequeña señal del estómago.
Juntos caminan al comedor, todavía charlando, sin prisa,
pero sin pausa. Al llegar, ya otras dos parejas se encontraban allí, comiendo y
charlando. Alann se veía bastante concentrado hablando con Quizerlis, pero
Sedrik pierde el hilo de su conversación con Mint al notar llegar a su hermano,
a quien saluda antes de seguir charlando con su amiga.
Hector: ¿Y James?
Sedrik: Ah, no está lejos… pero no sé si venga a comer
con nosotros.
Mint: Oh, lo vi en la guardería con su hermanita nwn muy
linda la niña.
Sedrik: Ah, sí que lo es X3
Hector: Oh, vale. (¿No tenía que ir a terapia hoy?... ¿O ya fue?)
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Y ahí lo dejamos por ahora UwU/ uff, lo que me costó empezar este cap XDU no se imaginan cuántas veces dudé en seguir, tenía tantas ganas de dejarlo. Peeero creo que con esto finalmente puedo darle un nuevo rumbo a la historia, de manera que pueda controlarla mejor uwu yyy, si hay alguna discrepancia con lo que ya haya "establecido" antes en la historia, no hagan caso XD a partir de aquí, lo que se muestre es lo más acercado al canon que tengo de la historia de estos chicos. Pero en fin, ¿qué les pareció? <3 ya me comentan luego.
BAI