Dentro de la celda 187, a las 5:27 p.m., el tan famoso Kleych Kiaku pretendía descansar después de un largo día recibiendo palizas de parte de sus nuevos compañeros. Ya sabía lo que le esperaba allí dentro, siendo lo que es, pero definitivamente no era algo para lo que estuviera físicamente preparado.
Adolorido, acostado en su incómoda cama,
cuenta los segundos para tratar de conciliar el sueño, mientras intenta también
distraer su mente de todo el dolor que sentía en su cuerpo. El tintineo de unas
llaves lo desconcentra. Abre los ojos y dirige su mirada a la puerta, donde uno
de los tantos aburridos guardias se dispone a abrirla.
Guardia:
Tienes visita, sorprendentemente.
Kleych:
Ah, ¿si acaso yo tengo permitido tener visitas?
Guardia:
Dice ser tu hermana.
Kleych:
… claro.
Con dificultad se levanta de la cama, y
camina a la puerta de su celda, esperando que le colocaran las esposas para así
poder salir. Una vez hecho esto, el guardia dirige a Kleych a la sala de
visitas, donde tres reos más conversaban igual con sus visitas a través de un vidrio
y un teléfono. Amigos, familiares, no lo sabía, pero la verdad le daba bastante
igual.
Se sienta donde le indican, y frente a él
ve a su hermana. Parecía estar bien, pero las ojeras indicaban que realmente no
lo estaba.
El guardia le indica que ya puede empezar.
Toma el teléfono y lo lleva a su oreja, su hermana lo imita.
Eudicy:
Hey.
Kleych:
No sé por qué no me sorprende que no estés en el hospital recibiendo tu
tratamiento.
Eudicy:
Yo también te extrañé, hermanito.
Kleych:
¿Cómo estás?
Eudicy:
De maravilla.
Kleych:
Enserio.
Eudicy:
Bueno, no he podido dormir bien. La tos no me deja.
Kleych:
Tch. *aparta la mirada*
Eudicy:
Ayy pero no me hagas asíiii…
Kleych:
*suspira* Eres un caso. *la mira* ¿No has estado yendo al médico?
Eudicy:
Nay.
Kleych:
Eudicy.
Eudicy:
Heeeyy.
Kleych:
¿Acaso quieres morirte? Es cáncer. No es cualquier cosa, y desde que empezaste
a fumar te advertí.
Eudicy:
Aish…
Kleych:
*respira hondo* Eudicy… es enserio.
Eudicy:
Pero entonces ¿qué hago si me curo?
Kleych:
Yo qué sé, tienes que buscarte algo que hacer. Hazte una vida diferente. Yo no
voy a poder salir de aquí así que no cuentes conmigo.
Eudicy:
¿Ah?
Kleych:
Tengo cadena perpetua. No voy a salir de aquí.
Eudicy:
Ah… entonces…
Kleych:
Aquí moriré. No dan pena de muerte, así que… cadena perpetua me tocó. Pasaré el
resto de mi vida aquí. Y me lo merezco.
Eudicy:
Pero- hum… bueno, si ya no se puede hacer nada… *se echa para atrás, apoyándose
por completo del respaldar de la silla y cruzando un brazo con dificultad por
debajo de sus pechos, y apoyando el codo contrario en el dorso de la mano*
Kleych:
Tú sí. Hazte una nueva vida… por favor.
Aquella petición la toma por sorpresa. No
por lo que pedía en sí, sino por la manera en la que lo dijo. Su tono de voz. Su
hermano sonaba en realidad sincero, y realmente preocupado por ella.
Eudicy:
Yo… veré qué hago.
Kleych:
Y por favor, hazte los tratamientos que debas hacerte. Tienes dinero, ¿no?
Eudicy:
Am, sí… tengo.
Kleych:
Bueno, úsalo para mejorarte… quiero que al menos tú sí puedas redimirte y empezar
de nuevo… yo me condené desde que empecé con todo esto, y aquí estoy.
Eudicy:
Kleych… no lo digas como si ya estuviera perdida.
Kleych:
Lo estarás si no te sometes a los tratamientos.
Eudicy:
Hum… bueeeno. Ok.
Kleych:
Bien. Y es enserio.
Eudicy:
Síii, sí, te entendí.
Kleych:
Bien.
Eudicy:
Bueno…
Kleych:
Si no hay más nada que hablar…
Eudicy:
Sí… bueno… adiós.
Kleych:
Hasta luego… cuídate.
Eudicy:
Claro.
Ambos bajan los teléfonos y se levantan
después. Eudicy, por su parte, se despide con la mano para luego darse la
vuelta y retirarse; mientras, Kleych es sostenido por el brazo, y guiado a la
salida por el guardia. No ofrece oposición alguna.
Guardia:
Hum. Pareces bastante calmado para haber recibido una cadena perpetua.
Kleych:
Meh, ¿ya qué puedo hacer?
Guardia:
¿Hm?
Kleych:
Ah, es que no estuviste en mi juicio, no escuchaste mi confesión.
Guardia:
¿Qué? ¿Acaso te arrepentiste así como así?
Kleych:
*voltea su mirada hacia él, con una media sonrisa* ¿No te sientes incómodo
hablando tan calmadamente con un violador?
Guardia:
Tch. Camina.
Kleych:
Estoy caminando.
Guardia:
Entonces no me molestes.
Kleych:
Lo siento, pero fuiste tú quien inició la conversación.
Guardia:
Ya cállate.
De vuelta en su celda, abre y le quita las
esposas para dejarlo entrar. Hasta ahora había ignorado los gritos de algunos
reclusos, y al entrar varios de éstos se callaron. Nuevamente con dificultad,
se acuesta en el duro colchón de su cama, mirando al techo, o más bien la parte
de debajo de la cama superior del camarote, donde su compañero descansaba
plenamente.
Toda
una vida. Arruinada desde el momento en que decidió tomar ese camino. Ya no
podía hacer nada para salir de esa situación.
Después de la hora de la cena, era momento
de bañarse. Ya le tocaba, llevaba unos días saltándoselo, ya que sabía que se
repetiría lo de la vez anterior. No quería, realmente, pero no podía aguantar
más estando sucio.
Busca sus cosas y se dirige al baño, el
cual está repleto de otros reclusos.
Sabía
que pasaría. No quería, pero sabía que al poner un pie ahí, lo violarían.
Y eso
pasó.
Regresa adolorido a su celda. Es la
tercera vez ya, y es por haber evitado los baños y estar muy lejos de los demás
que ha logrado un número tan bajo de ataques en el tiempo que lleva allí desde
que le dieron su sentencia.
Acostado, mirando a la parte inferior de
la cama de arriba del camarote, y con un fuerte dolor en el trasero, se queda
pensando en todo y en nada, hasta finalmente conciliar el sueño.
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Kilian se encontraba en su habitación,
cambiándose a unas ropas más ligeras y unas zapatillas más cómodas para el
movimiento; hoy hay juego de básquetbol con sus amigos, y ya se encontraba
listo para salir. Dentro de una pequeña mochila mete su celular y su cartera, y
claro, una camiseta extra y su abrigo rojo.
Sale de su habitación y camina a la
cocina, saca un termo del congelador, y después va a la sala, donde su novio lo
esperaba sentado en el sofá, jugando con su consola portátil.
Kilian: Listo, vamos.
Norbert: Va, va.
Kilian: Norbeeert.
Norbert: Sí, sí, ya voy. Aish *acaba el juego y apaga la consola, la
deja a un lado en el sofá, para luego levantarse* Ya.
Kilian: Bueno… si no quieres ir en realidad no hay problema.
Norbert: ¿Ah? Kilian… nono, sí voy, descuida.
Kilian: *sonríe levemente* Bueno, vamos entonces.
Kilian toma las llaves del
mueble del televisor, y se dirige a la puerta para abrirla.
Kilian: Puedes llevarla si quieres. *refiriéndose a la
consola* Tampoco quiero que te aburras allá sin nada más que hacer.
Norbert: Oh, pero verte jugar es suficiente… *dice,
con una sonrisa tonta. Pensar en verlo correr de un lado a otro, con los brazos
descubiertos*
Kilian: Je. *se acerca a él, y le planta un pequeño
beso en los labios* Te gusta verme.
Norbert: ¿Ah? Ahh… *sus mejillas comienzan a
colorarse*
Kilian: Jeje, en ese caso, igual llévala, para que te
distraigas si sientes que te emocionas mucho.
Norbert: A- ¡Kiliaan! *aún más sonrojado, se devuelve
al sofá para recuperar su consola*
Kilian: Llévala aquí. *lleva su mochila a su pecho y
la abre* Y tu celular también.
Norbert: Sí, sí. *toma ambas cosas para luego meterlas
en la mochila, y es sorprendido por otro beso*
Kilian: Jajaja, perdón, perdón, tenía muchas ganas.
*cierra el zíper y se vuelve a llevar la mochila a la espalda* Ahora sí vamos.
Ambos salen de la casa, y
Kilian cierra con llave antes de empezar a caminar a la parada del bus. El
camino era lo suficientemente largo para que la cara de Norbert volviera a
tomar su color natural y su mente pudiera relajarse.
Después de un viaje no tan
largo, ambos chicos llegan finalmente al parque. A un lado de éste, se
encuentra una pequeña cancha, con marcas tanto para fútbol como para
básquetbol, aunque las porterías estaban apartadas, para dejar simplemente las
canastas. Al otro lado de la cancha, otros nueve chicos, de los cuales cinco de
ellos saludan con ánimo a Kilian, al verlo llegar. Él los saluda de vuelta, con
una gran sonrisa en su rostro y moviendo su brazo. Al acercarse, los diez
participantes se saludan entre sí con apretones de mano y palmadas en el
hombro. Norbert tan solo se queda detrás de Kilian, esperando.
Kilian: ¿Esperaron mucho?
???: Nah, Demir y yo llegamos hace como cinco minutos.
Kilian: Ah bueno, está bien.
Demir: Vienes acompañado. *un chico un tanto más alto
y delgado que los demás, camina al frente*
Kilian: Ah, sí n.n *voltea a ver a Norbert y le toma
la mano para acercarlo a su lado* él es Norbert.
Norbert: Ah, hola.
Kilian: Ellos son amigos del colegio, bueno, Damir,
Danly, Lexi, Rob y el Barbie- digo, Ken jajajaja *dice, señalando a uno por uno,
y causando risa a los demás por el último comentario*
Ken:
Ja, ja, qué gracioso.
Todos ríen por un rato, aunque
Norbert solo mira a Kilian y sonríe; claro, es incómodo llegar como un nuevo
con el grupo de amigos de tu novio, aún si el chiste se entienda bastante.
Cuando acaban de reír, Kilian
le presenta a Norbert el resto de los chicos, y después los diez se preparan
para su juego. Unas cuantas vueltas a la cancha, estiramientos, todo lo
necesario para no recibir alguna herida durante el partido. Norbert solo se
queda sentado en una de las bancas, jugando, y de vez en cuando checando a
Kilian. Le gusta mirarlo.
Y unos diez minutos de
calentamiento después, el partido empieza. No es algo que a Norbert le llamara
la atención, realmente, pero ver correr a Kilian, saltar, girar para rodear a
sus oponentes, su agilidad para controlar el balón, no podía dejarlo pasar. Es
realmente habilidoso. Vaya suerte tener un novio así.
De vez en cuando devuelve su atención al partido, para ver a Kilian más
que nada, y después vuelve a su propio juego. En los descansos, Kilian se
sienta a su lado y toma agua, siempre tan cerca de él.
Norbert: ¿Cómo van? *sin despegar la mirada de su
consola*
Kilian: Vamos ganando, aunque tampoco llevamos
demasiada ventaja.
Norbert: Hm.
Kilian: Ni estás prestando atención, ¿eh?
Norbert: No entiendo el básquetbol.
Kilian: Je, está bien. ¿Pero sí te has entretenido
viéndome?
Norbert: *lo mira de inmediato, con los ojos bien
abiertos* Ah- yo.
Kilian: Jeje, descuida. Cuando regresemos a la casa
puedes verme todo lo que quieras.
Da un trago más a su botella
de agua, y se levanta para regresar con su equipo. Norbert solo lo mira por un
momento, para después volver su atención a su juego. No fue mucho lo que
espero, unos pocos minutos después el partido ya había terminado. Alza la
mirada al escuchar las quejas de Kilian, por haber perdido.
Kilian: Aghh, ya verán la próxima.
???: Practica mucho para la próxima, jajaja.
Kilian: Ahhh ¡verás que sí! Jaja.
Demir: *se acerca a él y rodea los hombros de Kilian
con su brazo derecho* Eh, buen juego.
Kilian: Seeh, la verdad que sí, estuvo muy cerrado.
Demir: Vienes la otra semana, ¿no?
Kilian: Claro, no me lo voy a perder.
Demir: Muy bien, jeje. Oye, y él… *señala a Norbert
con la mirada, disimuladamente* ¿solo vino para jugar a otra cosa o qué? Ni
estuvo pendiente al partido.
Kilian: Solo vino a acompañarme, no me molesta.
Demir: ¿Si acaso entiende el básquet?
Kilian: No, pero no me importa.
Demir: Hm.
Kilian: No busques hablar mal de él si lo acabas de
conocer hace unos minutos, Demir.
Demir: Pero si no he dicho nadaa.
Kilian: Te conozco. Y ya te he dicho varias veces que
no quiero estar contigo. Tengo novio, y es él.
Demir: Pero-
Kilian: Ya deja de insistir. *dice mientras se libera
del medio abrazo del chico*
Camina hacia la banca donde
se encuentra Norbert, y al llegar ahí se quita la camiseta, se seca el sudor
con ésta, y de su mochila saca otra y se la pone. Su novio lo mira de reojo,
notando algo diferente en su actitud. Su expresión seria y el silencio que
lleva. Ha de estar enojado por algo.
Kilian: Vamos. *dice mientras se termina de colocar el
abrigo y cerrar su mochila*
Norbert: Ah, claro… *se levanta*
Kilian: *se lleva la mochila a la espalda y camina*
Eh, chicos, ya me voy.
Lexi: ¡Te cuidas!
Ambos salen de la cancha,
Norbert unos pasos más atrás. Recorren el parque, pasando al lado de unos niños
corriendo alrededor de los juegos, y un par de adultos paseando a sus perros.
El viento fresco logra calmar los ánimos de Kilian, y la mirada se le suaviza.
Mira a un lado, y encuentra un heladero.
Kilian: Hm, ¿quieres un helado? *voltea a verlo*
Norbert: Oh, claro.
Kilian: Vamos pues.
Toma su mano y juntos caminan
en dirección al heladero. Saludan al llegar.
Kilian: ¿Tiene choco menta?
Heladero: No, amigo. Te la debo jeje.
Kilian: Je, bueno, entonceees… ¿ron con pasas?
Heladero: Esa sí. ¿Y para ti? *mira a Norbert*
Norbert: Solo chocolate.
Heladero: Va, enseguida. *sirve los helados, y se los entrega*
Aquíii tienen. 2.50.
Kilian: Tenme ahí. *le pasa su helado a Norbert, para
poder abrir su mochila, sacar su cartera y sacar el dinero exacto para pagar*
Aquí tiene. Gracias.
Heladero: A ti.
Kilian: *vuelva a guardar su cartera y cerrar la
mochila para llevársela nuevamente a la espalda* Vamos.
Norbert: Ajá. *le da su helado y camina con él*
Ambos siguen su camino, comiendo
tranquilos sus helados, aunque con la mente bastante ocupada en sus propios
asuntos. La fresca brisa del atardecer golpea suavemente en sus rostros. A los alrededores,
algunos mirones no pueden evitar notar la cercanía que había entre los dos
chicos. Nadie dice nada, pero Kilian llega a darse cuenta de algunas miradas de
extraños. Pero en vez de apenarse, decide rodear la cintura de Norbert con su
brazo libre, sorprendiendo a éste.
Kilian: Cuando lleguemos a casa no tendré más nada que
hacer… si mi mamá no está, ¿qué tal si lo hacemos un rato? *da un beso en la
mejilla de Norbert después de hablar, haciendo que se sonrojara*
Norbert: ¿Ah? Bueno,
si tu mamá no está… (Y lo dice tan casualmente)
Kilian: *se
acerca a su oído para hablar en un tono más bajo* También tengo otra cosa que
decirte…
Norbert: Oh, claro.
Siguen su camino hasta llegar a la casa.
Dentro, lo primero que hace Kilian es guardar lo que llevaba dentro de la
mochila, y la ropa sucia la deja en la canasta. Por otro lado Norbert, se queda
sentado en la sala, esperando.
Efectivamente, la casa estaba sola cuando
llegaron, lo que significaba una cosa. Aunque no le molestaba, realmente.
Kilian: Norbert,
*dice, saliendo de su cuarto* ven.
Norbert: Ah, sí,
voy. *se levanta del sofá y se dirige al cuarto* ¿Sí?
Kilian: *le
regala un pequeño beso* Ven. *se dirige a la cama y se sienta en el borde de
ésta*
Norbert: ¿Qué
querías decirme?
Kilian: Bueno…
*toma su mano para acercarlo hacia él* sabes, Demir? Uno de mis amigos con los
que jugué *dice mientras toma la cintura de Norbert, y acercarlo más para que
se sentara sobre su regazo*
Norbert: ¿Mhm?
Kilian: Bueno,
lo que pasa es que… él desde hace mucho tiempo gusta de mí.
Norbert: Oh…
Kilian: Pero él
no quiere entender que no estoy interesado en él.
Norbert: Hm…
Kilian:
Entonces, bueno… no sé cómo hacer para que ya deje de intentar algo conmigo.
Norbert: Hmm… creo
que tengo una idea… *acariciando suavemente sus hombros*
Kilian: ¿Ah sí?
Norbert: Mhm…
aunque… ¿cuándo volverás a jugar con ellos?
Kilian: La otra
semana.
Norbert: Bueno…
entonces deberé esperar.
Kilian: Je, ¿qué
se te ocurrió?
Norbert:
Hm… espera.
Kilian:
Oww. Andaa, dimee.
Norbert: No quiero.
*se acerca a su rostro*
Kilian: Je.
*sonríe* ¿Así juegas, entonces?
Norbert: Ajáa.
Kilian: Je.
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