El día siguiente debían salir. Mientras más pronto resolvían lo que le pasaba a su amigo James, mejor. Apenas llega la mañana, Sedrik se levanta y ayuda a su hermano a despertarse también, llaman después a su amigo James, quien apenas había podido dormir la noche anterior.
Estando los tres alistados, se dirigen a
la habitación de Alann. Todavía quedaba decidir si él fuese con ellos o no. Una
vez allí, Sedrik toca la puerta tres veces. Unos segundos después se abre, y
del otro lado está Alann aún medio dormido.
Alann: ¿Qué pasa?
*bosteza* ¿Ya… ya se van?
Sedrik: Sí, pero… no sé, si tú querías acompañarnos.
Alann: Hum… pero si
de todos modos tampoco sería de ayuda…
Sedrik: Hm… podrías aprender. *sonríe levemente* Has querido aprender
más sobre los Arcenial, ¿no?
Alann: Pues sí…
Sedrik: Vamos n.n alístate.
Hector: (Bueno, mientras ellos no vayan a la aldea justamente hoy…)
Sedrik: (Ay, no los invoques, por favor…)
En menos de veinte minutos ya estaba
listo, y sale de su habitación. No había tiempo que perder, así que James no se
pudo despedir de su hermana, otra vez. Ni tan siquiera tomaron algo para
desayunar. Salen apurados con rumbo a la aldea Arnerys, al noroeste de la
ciudad de Denava.
Aprovechando la habilidad de
teletransportación de los mellizos, el camino se hizo mucho más corto de lo que
realmente es. Por supuesto, alternándose los viajes, puesto que cada uno los
cansaba. Estaba muy lejos.
Llegan
al borde de un bosque bastante denso, con árboles de diferentes tipos, al otro
lado de un complicado camino montañoso. A lo lejos, por encima de las copas de
los árboles, se alza el gran muro. El gran muro que separa la ciudad de Denava
del resto del mundo. El gran muro que separa a la aldea de Arnerys de Denava. Los
dos hermanos se toman de las manos, y miran atentamente el muro. Muy callados.
Paralizados.
James:
Chicos… *los hace regresar a la realidad*
Sedrik: Ah… sí… lo siento. *mira hacia otro lado*
Hector: Vamos…
Caminan, adentrándose en el bosque. Solo
guiados por el par de mellizos, quienes, aún tomados de la mano, no articulan
palabra durante todo el trayecto. Siendo que Sedrik fue siempre tan ruidoso al
estar los cuatro juntos, pero esta vez no era capaz de emitir ningún sonido. Y
Hector que, a pesar de ser más tranquilo y callado, estar con sus amigos
siempre lo hacía entrar en confianza y hablar más. Ahora ninguno de los hablaba.
James y Alann intercambian miradas en reiteradas ocasiones, preocupados por sus
amigos. ¿Qué les pudo haber pasado en ese lugar, que les causara tanto terror
el siquiera pensar en estar así de cerca?
Después de unos veintitantos minutos
caminando, la cantidad de árboles alrededor comenzaba a disminuir, hasta que
llegan a un claro. Un claro habitado por personas, Arcenial. Sencillas casas de
madera, caminos de piedra, muchos cultivos, animales. Mientras James y Alann
miraban fascinados, los ojos de Hector y Sedrik se llenan de lágrimas. Se miran
entre sí. Después Hector mira al suelo, y Sedrik al frente.
Su
hogar.
Alann: Wow, esto… es
increíble… *atinó a decir*
Se roban algunas miradas, pero era de
esperarse. Alann y James jamás habían estado en la aldea, y los hermanos
llevaban casi la vida entera sin estar ahí; son unos completos extraños a los
ojos de los habitantes.
Los miraban, pero nadie parece tener
miedo. No parecen ser peligrosos, y dos de ellos son Arcenial. Sí llaman la
atención de una niña de cabello blanco, y un niño con un color azul claro, como
el cielo, en su cabecita. Ambos se acercan corriendo, siendo regañados por un
joven de cabellos dorados que estaba con ellos, haciendo caso omiso a su
llamado.
???:
¡Hola! *les saluda el niño*
Alann: Ah… hola, je…
???:
¿De dónde vienen? Nunca los había visto.
Alann: Am, bueno-
Sedrik: Nosotros somos de aquí. *sonríe* Pero nos mudamos cuando
éramos niños.
???:
Ohhhh.
???2: ¿Y a dónde se mudaron? *pregunta
la niña*
Sedrik: A un lugar lejano n.n
???2: Ohhh ¡genial! :D
Sedrik: Je… ¿sabes? Queremos ver a Hielo n.n ¿nos guían?
???:
¡Síi!
Sedrik: Bueno, vamos entonces nwn/
Los dos niños caminan, seguidos de los
cuatro amigos. El cuidador de los niños no hace nada, tan solo se queda en su
lugar, con las manos en la cadera. No podía hacer nada para controlarlos, en
realidad.
Sedrik: ¿Cómo se llaman?
???: Yo
Vend.
???2: Alba.
Sedrik: Que lindos nombres n.n
Alba: Gracias X3
Sedrik: Los dos son Ventayrus, ¿verdad?
Vend:
¡Sip!
Sedrik: Jeje, lo sabía.
Alann: Oh,
¿enserio?... ¿Cómo?
Sedrik: Es que con la energía también podemos saber qué son los
demás.
Alann: Vaya… genial.
Alba: ¡Sip! Aunque a mí todavía no me
sale bien…
Sedrik: Descuida n.n sigue practicando y verás que pronto lo
logras.
Alba: Jeje, ¡bien!
Sedrik: ¿Qué otros trucos sabes hacer, Alba?
Alba: ¡Puedo hacer tornados!
Sedrik: Ohh, ¿enserio?
Alba: ¡Sip!
Sedrik: ¿Y tú, Vend? Jeje, me gusta tu nombre.
Vend: A
mí también :D
Sedrik: Jaja, así se habla ;D
Vend:
También puedo hacer tornados. ¡Oh! ¡Y disparar balas de viento con mi boca!
Sedrik: Ohh, ¿enserio?
Vend:
¡Sip! ¿Quieres que te enseñe?
Sedrik: Je, claro.
Todos se detienen. El niño se para al
frente y toma aire, llenando sus pulmones. Los demás esperan expectantes.
Entonces, cuando Vend se inclina hacia adelante, de su boca expulsa una fuerte
ráfaga de viento, la cual logra mover las hojas de los árboles a varios metros
de distancia. Su público le aplaude, y él se voltea a verlos para hacer unas
reverencias.
Sedrik: ¡Eso fue genial!
Vend:
¡Gracias! Viento me enseñó a hacerlo.
Sedrik: Ohh genial. Nunca se me había ocurrido hacer ese truco.
Vend:
Puedo enseñarte :D
Sedrik: Jeje, sería un honor u3u
El grupo sigue su camino, hasta que llegan
a una cueva escondida dentro del inicio de una montaña, con el río corriendo a
su lado, y las ramas de los árboles adornando la entrada. Tiene una apariencia
mágica y misteriosa, la cual fascina a James y a Alann.
Vend:
¡Aquí estamos! nwn/
Sedrik: Jeje, muchas gracias a los dos por traernos.
Vend:
De nada, de nada uwu
Alann: Esto, supongo que ya deberían volver con el muchacho que estaba con ustedes.
Alba: Ah, Aidan o3o él es mi novio.
Sedrik: Pff- jajaja XD ayy, estás muy pequeña para tener novio.
*le revuelve el cabello*
Alba: >u0 pero sí lo eeeeesss.
¿Verdad, Vend?
Vend:
¿No era yo tu novio? D:
Alba: *niega con la cabeza*
Vend:
¡Albaaaa!
Ambos niños se van corriendo, tomados de
la mano, mientras lo cuatro amigos se ríen gracias a las ocurrencias de los
pequeños. Hacía falta algo de risa, después de todo lo que ha pasado, y todo lo
que está por venir.
Sedrik: Ahhh jaja…
Alann: Je…
Sedrik: Bueno… *mira la entrada a la cueva* Vamos…
Entran. Hay algo de oscuridad al inicio,
pero ésta se ve opacada por la luz reflejada por cientos de gemas que están
incrustadas en las paredes, luz que viene desde la parte superior de la cueva;
un pequeño tragaluz sin cubierta. Justo debajo de este, se encuentra una
pequeña piscina natural, un camino de piedra marcado con rubíes y lapislázulis llevaba
a este cuerpo de agua.
Parece no haber nadie, pero cinco energías
comienzan a acercarse desde diferentes direcciones. De uno de los túneles sale
una mujer con un largo cabello bicolor, azul y turquesa; del otro, una chica
notablemente más joven, con el cabello corto y plateado, y la marca Arcenial en
su brazo izquierdo; del tercer túnel, un hombre corpulento con ropas rasgadas, acompañado
de Tierra; y, por último, un hombre alto, con ropas azules y grisáceas. Todos
con el mismo casco que Tierra llevaba cuando se encontraron con él, el cual
solo dejaba ver sus bocas.
Los
Hartnes.
Sedrik: A-ah… *los nervios lo invaden* esto…
???: No se
preocupen. *la voz calmada de la primera mujer resuena por toda la cueva*
Ustedes… han estado aquí antes… sus energías, las recuerdo.
Tierra: Son Sedrik y Hector. Hijos de Heneida y Ayrel.
???: Sí… ya los
recuerdo. *mira a Alann y a James* Y ustedes.
James:
Ah… yo- hm *se aclara la garganta* mi… nombre es James. Yo… vengo de Denava…
Alann: Esto, yoo…
también- digo… que, vengo de Denava… me llamo Alann. Mucho… gusto.
???: Igualmente.
*sonríe* Yo soy Agua, líder de los Hartnes… supongo que nuestra primera
impresión no fue tan… *mira a sus compañeros* amigable… discúlpennos.
Alann: Ah- nono- no
hay ningún problema, solo… es que, como es la primera vez que venimos acá…
bueno, James y yo.
Agua: Me lo imagino…
bueno, permítanme presentar a los demás. Ella es Viento, él es Tierra, junto a
Fuego, y de último está Hielo. *dice, mientras va señalando a cada uno en
orden*
James:
Vaya…
Agua: *lo mira*
James:
Yo… no creí que… fuera a conocerlos algún día, es… impresionante…
Agua: Viniendo de
Denava… supongo que nadie se esperaría estar aquí.
Alann:
Definitivamente…
Agua: *inclina
levemente la cabeza hacia la izquierda* Ustedes cuatro… son Descendientes.
Alann: Ah, sí, yo… *levanta
la manga de su brazo derecho, dejando ver la marca azul* en realidad yo no
tengo ningún poder…
Agua: Entiendo…
(hum, qué pena…) *mira a James* ¿Y tú?
James:
… Bueno, yo…
Hielo: Tienes
mucho poder.
Todos lo miran. Esas tres palabras dejan
intrigados a sus compañeros.
Fuego: También siento… mucho poder en él.
Hielo:
¿Quién eres?
Viento: Oigan, no lo
asusten… acaba de llegar.
Hielo:
Hm…
James: Yo, am… no sé cómo controlar mi poder… apenas
estoy empezando a descubrirlo, y yo… pues… *respira hondo* puede- sonar como
una locura, am…
Agua: No, querido, no te preocupes por eso. Han pasado tantas cosas aquí…
no hay nada que no podamos creer.
James: *la mira* Está bien… es que… bueno… *baja la
mirada* Jayden Frost reencarnó en mí.
Silencio.
¿Oyeron
bien? ¿No será una broma? No pareciera, pero oír ese nombre salir de la boca de
un Descendiente devianense, quizás deba tomarse enserio.
Hielo: ¿Desde cuándo sabes eso?
James: Ayer… ahm, ayer lo descubrí, él… llega a tomar
control de mi cuerpo, pero es su mente, con sus recuerdos.
Hielo: ¿Tienes sus recuerdos?
James: No- no yo… él. Es como si… viviéramos los dos
en el mismo cuerpo. En mi cuerpo.
Agua: Su alma está dentro de tu cuerpo.
James: Supongo… que es una manera de explicarlo.
Hielo: Eres Descendiente Icyrus.
James: Am, sí, pero… en realidad no puedo controlar
mis poderes, a veces… supongo que es cuando Jayden controla mi cuerpo… pues,
depende de la situación, que uso mis poderes, pero no tengo ningún recuerdo de
eso.
Hielo: Hm… ya veo.
Agua: ¿Crees que puedas usar tu poder ahora?
James: Ah… yo… no sé, no creo…
Hielo: Entonces necesitarás entrenamiento.
James: … *baja levemente la mirada y asiente*
Agua: ¿Hay algo más con lo que necesiten ayuda?
Sedrik: Am, bueno… es que… ayer, él
pues… los de Denava se lo llevaron al laboratorio.
Agua: Sí, Tierra nos llamó para asistir en el rescate… y eso hace las
cosas aún más complicadas. Ya tendrán marcada su energía-
Sedrik: Hay un Arcenial con ellos.
Agua: … ¿cómo?
Sedrik: *asiente*
Agua: No puede- no.
Sedrik: Se llama Darkale…
Viento: Oh…
Fuego: Un Firex… tch. *mira hacia otro
lado* un maldito traidor.
Agua: Traidor… eso es lo que es.
Sedrik: Tiene un poder para poder
controlar a otros Arcenial.
Agua: Eso es malo…
James: Y su fuego es negro…
Agua: Hum… ¿saben si hay más como él?
James: *niega con la cabeza* No lo sé…
Agua: Es una posibilidad… bueno, hay que hacer algo entonces. No podemos
esperar a que ataquen la aldea con un ejército de Traidores.
Hielo: Entrenaré a este chico.
Agua: Está bien.
James: Am, yo… no puedo quedarme todos los días…
Agua: ¿Por qué?
James: Tengo que hacer trabajo comunitario… en- en la ciudad donde
estuve viviendo.
Hielo: ¿En qué momento del día terminas?
James: Ah, bueno, termino a las 9 de la mañana…
Hielo: Vendrás apenas termines.
James: Sí… está bien.
Hielo: Si no puedes controlar tus poderes en lo
absoluto, entonces tenemos mucho en qué trabajar.
James: *asiente*
Agua: Muy bien… entonces será eso.
James: (Ah- rayos, el trabajo de hoy… ash)
Tampoco iba
a ser un día relajado para los Hartnes. Asistir tres partos, organizar dos
bodas, y hacer la vigilancia diaria. Todo el día fue tomado para dichas
actividades; mientras Hielo entrenaba a James, los otros cuatro se dividían las
tareas, por lo que al menos uno más se quedaba en la cueva.
Allí está Agua,
sentada junto a Alann, conversando calmada, aún sin quitarse su casco.
Agua: ¿Realmente no tienes ningún poder?
Alann:
*asiente levemente, viendo al piso y con las manos juntas* Bueno, solo… puedo
comunicarme con ellos.
Agua: Bueno, eso es algo. Incluso, puede servir para avisar de cualquier
peligro.
Alann:
Hum… yo… ni siquiera sé pelear. Soy el que tuvo la vida más… “normal” de
nosotros cuatro. No sé hacer nada más aparte de arquitectura.
Agua: ¿Arquitectura?
Alann:
Ah, sí, es… la profesión que se encarga de diseñar construcciones… casas,
edificios, cosas así…
Agua: Entiendo… suena como una linda profesión.
Alann:
*la mira*
Agua: Diseñas el hogar de otras personas… es algo bueno.
Alann:
*sonríe levemente* Sí… pero… no sirve de nada para ayudar a mis amigos… soy
solo un estorbo para ellos.
Agua: ¿Así lo crees?
Alann:
Sé que es así… no sé pelear, no tengo fuerza ni resistencia, no tengo… nada que
les pueda ayudar en situaciones de peligro… incluso, je, salí herido cuando
escapé de la ciudad con Sedrik y Hector… y Hector me tuvo que sanar, y él… no
lo soportó. La herida era muy grave… se desmayó después.
Agua: Lo hizo porque le importas. Puedo notar que ustedes cuatro son muy
unidos, aún teniendo historias tan diferentes.
Alann:
*mira al suelo unos segundos, y luego vuelve a mirarla* ¿Usted los conoció?
Agua: No tanto. Tierra sí, asistió en el parto, y ha estado muy
pendiente de ellos por los años que estuvieron aquí… incluso mientras estuvieron
en Denava.
Alann:
¿Enserio?... pero ¿cómo?
Agua: Tierra es el hechicero del grupo. Fue él quien le puso el hechizo
de apariencia y energía a Heneida y sus hijos, para que pudieran estar en
Denava sin que los descubrieran.
Alann:
Oh…
Agua: Sedrik y Hector estuvieron en el laboratorio a los cuatro años… su
padre murió allí, pero pudimos sacarlos a ellos. Tierra se había encariñado
mucho con ellos, no sé por qué tanto… pero, eso lo hizo pensar que la mejor
manera de protegerlos es hacer lo que hizo.
Alann:
¿No podía… hacer que se fueran más lejos?
Agua: *niega con la cabeza* Es poderoso… pero no es omnipresente. Su
magia tiene límites, y ese es la distancia.
Alann:
Ya veo… *suspira* aún así, tampoco la pasaron tan bien en Denava… *mira al
suelo* mucho menos después de… que murieran los padres de James…
Agua: Hum… no es un buen lugar… y tampoco su gente.
Alann:
No todos, pero… la mayoría sí… *suspira*
Lo mira
unos segundos más, para luego levantarse y dar dos pasos al frente, y voltear a
verlo. Alann alza la cabeza y la mira, un poco confundido.
Agua: Dices que eres un estorbo para tus amigos, ¿no?... Vamos a cambiar
eso. Ven conmigo.
Alann:
Ah… sí. *se levanta*
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Mientras
tanto, en otra habitación de la cueva, James entrena para aprender a controlar
su poder de hielo. Aún habiendo pasado toda la tarde, todavía le resultaba
imposible controlarlo por sí mismo, lo cual ya comenzaba a drenar la paciencia
de su entrenador.
Hielo
sujeta el brazo de James, con la palma de la mano hacia arriba, y con su pulgar
presiona ligeramente la vena en su muñeca.
Hielo: ¿De verdad eres el descendiente de Jayden?
James: Am, yo… supongo… esto- es muy nuevo para mí.
Yo-
Hielo: ¿Nunca has usado tus poderes?
James: Bueno… no que yo recuerde… o, bueno, no de manera consciente.
Hielo: Hm. *suelta su mano*
James: Al menos la mayoría de las veces… cuando al parecer los uso, no estoy
consciente, o simplemente no recuerdo haberlo hecho…
Hielo: Dijiste que él toma el control de tu cuerpo.
James: Sí, eso.
Hielo: Y no recuerdas nada cuando eso pasa.
James: *asiente levemente*
Hielo: Hum… ¿tienes hermanos?
James: Ah, sí, tengo una hermanita de cinco años… y…
bueno… iba a tener un hermano gemelo.
Hielo: Un gemelo…
James: Sí… él, pues, no nació vivo…
Hielo: Ya veo… eso puede explicar porque Jayden está
en ti.
James: ¿Ah?
Hielo: Al perder el cuerpo en el que iba a nacer, se
movió al tuyo para sobrevivir.
James: Oh… ya… veo…
Hielo: Es increíble…
James: Sí…
Hielo: (Si estas reencarnaciones existen, entonces… ¿más
de nosotros tendrán el mismo caso?... ¿podríamos… averiguar qué pasó antes de
la guerra?...) Hum… *suspira* sigamos…
James: Ah, sí…
Hielo: Cuando usas tus poderes inconscientemente, ¿te
han dicho qué provocas?
James: Hum, bueno… frío. Que congelo lo que toco.
Hielo: Bien… *se agacha, y del suelo toma una piedra,
para luego colocarla en la mano de James* intenta congelarla. Supongo que…
empecé siendo muy estricto.
James: Hmm *sujeta
bien la piedra* descuide…
Hielo: Congélala *cruza los brazos*
James: Am, pero ¿necesito pensar en hacerlo? *lo mira*
Hielo: ¿Qué es lo que te lleva a usar tus poderes?
¿Algún detonante? ¿Alguna emoción?
James: Ah, bueno… *baja la mirada* tristeza, miedo…
ira…
Hielo: Sentimientos negativos.
James: Sí…
Hielo: Bien, entonces… intenta pensar en uno de esos
sentimientos, hasta que logres empezar a congelar la piedra. Piensa en otra
cosa antes de perder el control.
James: Está bien… lo intentaré.
Cierra sus
ojos. ¿Tristeza? Mucha; el dolor de la pérdida de sus padres aún lo persigue
día a día. ¿Miedo? Bastante; está metido en una situación tan complicada, con
un lugar y unas personas que no tienen ni la más mínima pizca de piedad o
remordimiento por lo que hacen. ¿Ira?
Ira…
No la siente en este momento.
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